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16 de mayo de 2023

Hospital del Salvador reconoce la labor y trayectoria de administradora de hogar protegido

El Hospital del Salvador de Valparaíso realizó un emotivo homenaje a la señora Ema García, quien por más de dos décadas fue administradora de una residencia protegida.

La señora Ema inició su labor como guardadora en el año 1999, acompañando a más de 100 usuarios que formaron parte de este tipo de dispositivos.

«La señora Ema finalizó su etapa como administradora debido a su decisión de dedicarse a su propio autocuidado. Este homenaje es un reconocimiento al cariño, la dedicación y la valoración que ella brindó a los usuarios durante tantos años. En el trabajo cotidiano, a veces las personas no sienten que son valoradas, por lo que es importante demostrarlo y dejarlo plasmado. Esta finalización de sus labores era el momento adecuado para hacerlo, para agradecerle y que ella sepa que su trabajo fue valorado y seguirá siendo valorado», explicó Florysol Lillo, encargada de Dispositivos Residenciales Protegidos (DPR).

Por su parte, Gastón Letelier, director interino del Hospital del Salvador, valoró la dedicación de la señora Ema a su labor.

«Le agradezco la cordialidad, amabilidad y profesionalismo que ha demostrado, porque ser profesional no se limita a estudiar en la universidad, sino que se trata de aquel que se dedica y se especializa en algo a lo largo de su vida. Ella nos da lecciones. Nos enseña qué es la bondad, la generosidad y la abnegación. Agradezco profundamente todo lo que ha hecho por esta población y por Valparaíso», comentó Gastón Letelier.

Por su parte, Ema García agradeció el reconocimiento, ya que valora su trabajo como guardadora.

«Me voy muy contenta. Este reconocimiento significa mucho para mí. Siempre hice este trabajo porque realmente me gustaba. Es una sensación muy gratificante. Llevo 23 años como guardadora y tengo muchos recuerdos de todos estos años. Siempre trabajamos pensando en el bienestar de los chicos», comentó la señora Ema.

Hogares protegidos

El programa busca resolver la situación de personas con discapacidad psiquiátrica que no cuentan con una red de apoyo social y no tienen las habilidades necesarias para vivir de forma independiente. Estas personas también presentan dificultades severas para acceder a servicios sociales como vivienda, trabajo, salud y educación, generando exclusión social y estigmatización. Para abordar esta situación, el programa implementa cupos en Hogares y Residencias Protegidas, los cuales son gestionados por los Servicios de Salud. Las personas que ingresan a estos hogares y residencias reciben cobertura de sus necesidades básicas, como vivienda y alimentación, así como apoyo social a través de monitores. Estos monitores, entre otras cosas, ayudan a los residentes a acceder a las atenciones de salud proporcionadas por la red.

«La importancia de estos dispositivos radica en derribar el estigma hacia los pacientes psiquiátricos. Se busca que las personas con diagnóstico y tratamiento puedan vivir en la comunidad y normalizar su vida de alguna manera. Es un trabajo complejo, ya que los residentes provienen de hospitalizaciones y crisis en las que los familiares han experimentado algún nivel de trauma debido a lo que han vivido los usuarios. Muchas veces no tienen un espacio donde vivir y compartir en familia. Los hogares protegidos son el hogar y la familia que ellos tienen, donde conviven con otros compañeros y reciben el cuidado de las administradoras, quienes establecen vínculos muy importantes a lo largo del tiempo», concluyó Florysol Lillo.